Terminó 2020.
Ha sido un año agotador en todos los sentidos.
Si pudiera borrar de un plumazo 2020, me sentiría una persona muy feliz.
Esta pandemia demuestra la inmadurez de cada cual, culpando al 'otro' lo que ocurre.
La oposición haciendo la agotadora crítica con el no por delante, buscando la rentabilidad del voto para las próximas elecciones.
Tenemos la sensación de que con nuestras mascarillas puestas -en donde no hay posibilidad de marcar una sonrisa-, solo podemos intuir, que nuestra percepción pudiera ser hipócrita.
Es cierto que gracias a personas (los sanitarios en primera línea y empleados en puestos esenciales) han demostrado sin estridencias, lo que los expertos nos decían, lo que convenía hacer en cada momento.
Desde luego, 2020 ha sido un año agotador.
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