Óleo año 1998 |
Me gustan los lugares sencillos, llenos de silencios, silencios que se escuchan.
Seguro que me entendéis.
Cuando soy capaz de captar lo que en realidad estoy buscando, nada me importa que me estén revoloteando moscones.
También ellos tienen su espacio para acompañarnos en nuestros silencios.
Y tienen su derecho, sin duda.
Siempre hay que estar muy atentos a las lecciones que nos da el tiempo.
¡Ay, esa variable llamada tiempo!
¡Cuánta razón encierra siempre!
El tiempo es capaz de recordarnos muchas cosas.
Y nosotros tenemos que ser muy 'avispados' para estar siempre despiertos a esos recuerdos y sobre todo, saber interpretarlos.
No cabe la menor duda que tenemos que atesorar esas lecciones del tiempo.
Coincido contigo, plenamente. Hay silencios que hablan; instantes especiales. Ninguna riqueza es comparable a eso; se viven intensamente, y su paz la reencontramos en nuevos momentos similares.
ResponderBorrarUn cordial saludo.
Muchas gracias, Pilar.
ResponderBorrarSabes que tu comentario lo valoro mucho.
Un saludo muy especial
Amigo Javier, siempre se ha dicho que el paso del tiempo, pone las cosas en su sitio; también se dice que, el tiempo lo cura todo y la verdad prevalece con el paso del tiempo.
ResponderBorrarEs como si el tiempo fuera la máquina de la verdad.
Un abrazo.
Amigo Vicente, como bien me dice Pilar Alberdi, 'Hay silencios que hablan'
ResponderBorrarUn abrazo