No sé si os ocurre a vosotros, pero a mí, el cambio de hora me produce desasosiego.
Eso de que hasta que anochezca, todo parece interminable, es decir tengo la sensación de que se alarga continuamente el día.
Los bombardeos en Ucrania continúan, la inflación en nuestro país arremete sin compasión, lo ahorrado se derrite y también, las desigualdades, no desaparecen.
Quiero que, de una vez por todas, para siempre nos dejen en paz con la hora.
No quiero cambio de hora.
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