La realidad, es tozuda.
Se empeña en mostrarnos lo que no queremos asimilar, lo que nos produce desasosiego como poco.
Parece ser que todas las maldades sabemos de cabezas que no les gusta la vida normal, la que verdaderamente se disfruta. Al menos es lo que mi cabeza me dicta.
Pero no sé por qué motivos existen cabezas que se empeñan en empañar la claridad de la verdadera realidad.
La sumisión de los de a pie suele ser apocalíptica, sin remedio.
Nos caen como si fueran chuzos de punta y siempre encuentran una diana.
Lo que ocurre es que la realidad al ser tan constante nos tenemos que autocensurar para hacernos ver que en cierto modo, hemos modulado nuestra realidad y así continuamos con esa represión que nos hacemos en nuestro yo.
Así nos creemos que no es censura.
Así nos creemos que no es censura.
Así ese amigo Javier, estamos tan acostumbrados a perder que, sin darnos cuenta, nos vamos por los derroteros que nos señalan. Es una manera muy simple de ver y entender la vida que nos marcan los poderosos.
ResponderBorrarUn abrazo.
Amigo Vicente. Triste situación la que soportamos. Gracias por tu comentario. Un abrazo.
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