Excluyente es todo aquello que deja fuera o rechaza.
Inclusivo es aquello o aquel que tiene capacidad de incluir.
El lenguaje inclusivo alienta, por decirlo de alguna manera, a la otra parte o mitad de un todo.
Fijémonos, por ejemplo, en una oración como: el objetivo prioritario del pueblo es la celebración de una consulta para cualquier asunto...
Indudablemente estamos deslizando de forma sibilina que todo el pueblo incluye a la otra parte a la que se formula esa consulta.
Por supuesto entre una y otra parte están personas con distintas sensibilidades (personas que llegaron de otras regiones a trabajar y con el paso del tiempo se integraron plenamente)
Por eso digo que en nuestro país globalmente considerado tenemos siempre la otra mitad.
Amigo Javier, sí actuamos siempre con humildad y con buen ánimo integrador, seguramente habremos hecho lo correcto.
ResponderBorrarEs bastante difícil lograr tal empeño en estos tiempos difíciles que vivimos.
Un abrazo.
Por eso hay que poner nuestro empeño siempre. Un abrazo, amigo Vicente.
ResponderBorrarAbsolutamente de acuerdo
ResponderBorrarMuchas gracias, María.
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