Cada vez más, siento que lo que denominamos inteligencia artificial, es más artificial que inteligencia.
Dicho así, parece como si fuera a desaparecer uno de los bienes más apreciados desde la Ilustración. Me refiero a la libertad.
El ser humano es cada vez más ciego, cada paso que da en nombre de la tecnología no se percata de que el devenir digital del mundo nos irá apagando y ya no tendremos los pensadores como antaño nos dejaron huella.
La acumulación de datos puestos al servicio de la inteligencia artificial, nos depara solo un impulso artificial, ya que las decisiones que se toman solo están apoyadas por esas grandes acumulaciones de datos que, convenientemente procesados, por grandes compañías nos indican cómo tenemos que vestir, caminar, correr, pasear, relacionarnos, en definitiva tomar decisiones sin emplear la razón.
Hemos entrado en una fase en la que no se acepta ningún rincón de nuestra mente. Todo está controlado por ese gran ordenador que al final decide. Ya no podemos ser rebeldes.
Solo podremos salir de este vertiginosa carrera si al fin, surgen mentes pensadoras encargadas de ir más allá de lo artificial.
Tenemos todo un año recién estrenado para tomarnos en serio la vida.
Las mentes pensadoras son nuestra salvación.
Pienso que tenemos que innovar apoyándonos en la tradición.
Amigo Javier, la globalización nos ha traído todo este entramado que tú muy bien has definido; es verdad que el ser humano depende cada vez más de los grandes avances tecnológicos; nos están enseñando a convivir dia a dia con los nuevos artilugios tecnológicos.
ResponderBorrarLa pura verdad de todo esto es, que cada vez pensamos menos, porque otros muy interesadamente lo hacen por nosotros. Como tú bien dices: -saldremos de ésta, si tenemos la suerte de que surjan nuevos pensadores que vayan más allá de lo artificial-. No se puede dejar de la lado la innovación.
Recibe un fuerte abrazo.
Amigo Vicente, me has entendido perfectamente.
ResponderBorrarSoy consciente de que el avance tecnológico, en principio es bueno, pero echo de menos a los grandes pensadores, que alguno hay pero parece como si no quisieran los "poderes" que digan y hagan algo que sirva para mejorar la humanidad.
Un abrazo