Proponer es un verbo que da mucho de sí.
Siempre estamos proponiendo algo a alguien.
No falla. Si queremos conseguir que alguna persona adopte una posición ante un hecho que nos pueda interesar directa o indirectamente, lo planteamos.
Luego está el que esa propuesta o proposición se realice o no.
También hacemos recomendaciones a alguien para que desempeñe un cargo o un empleo.
Nos siguen proponiendo, por ejemplo que votemos a un partido político para que nos represente, casi siempre en base a que las otras opciones son equivocadas.
Seguramente serán equivocadas para quien nos hace la propuesta.
Y así nos vamos deslizando en la vida, de proposición en proposición.
Nunca vemos que lo que nosotros pensábamos que podía suceder, nunca son nuestras proposiciones.
Amigo Javier: antes hablabas de las "cloacas".Precisamente es el lugar donde se suelen hacer las proposiciones que naturalmente no suelen ser las nuestras proposiciones.
ResponderBorrarUn abrazo.
Asi es, amigo Vicente. Un abrazo
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