¿Puedes saltar?, le preguntaba un chico a otro ante un gran charco que se había formado en un bache en la acera por donde todos días pasaban camino de la escuela.
Uno de ellos, dando un impulso en una pequeña carrera lo salvó sin ningún problema, pero su compañero, no puso mucho empeño en ello y acabó sin remedio en dicho charco.
Se empezaron a reír y el que había logrado saltar retornó y se metió alborozado chapoteando como su amigo.
Volvieron a caminar juntos con risotadas hacia la escuela.
Allí con sus compañeros relataron lo que les había ocurrido y todos estallaron con risas rememorando el acontecimiento.
Con los zapatos y calcetines mojados, seguían riendo. En esta plena celebración entró el profesor de turno en la clase. El docente, al ver que seguían riendo quiso saber cual era la causa de esa alegría.
Cuando resumidamente le contó más o menos lo que había sucedido el profesor les dijo que lo que tenían que hacer en la vida era disfrutar cada momento y que en ese momento les pidió que se pusieran a leer un texto literario para que aprendieran lo que otras mentes antes pasaron por avatares distintos y seguramente similares.
Les dijo que la vida es una sucesión de momentos, de hechos, diferentes, parecidos y a veces sorpresivos en los que en cada momento hay que solventar para continuar el camino.
Y ese camino hay que procurar recorrer haciendo que los que te acompañan en dicho camino aprendan de ese aprendizaje para que otras generaciones a su vez sigan aprendiendo.
Les terminó diciendo que eso era a su entender el verdadero poder.
Amigo Javier, haré como siempre un esfuerzo para poder ver el significado de tu "escrito".
ResponderBorrarVeo que el poder está muy ligado a la experiencia, sin ella, no sería posible el poder; la experiencia es un filtro donde vamos recopilando todo lo necesario para alcanzar el poder.
También es verdad que, de poco ha servido la experiencia a la izquierda española para alcanzar el
poder, siempre tropiezan con la misma "piedra", cosa que saben muy bien aprovechar la derecha española.
No sé si he dado en el "clavo", pero es lo único que deduzco de tu escrito.
Recibe un fuerte abrazo.
Has dado en el clavo amigo Vicente. Cuando tienes poder hay que saber compartirlo y como digo en el escrito que los que acompañen sigan aprendiendo de lo que es un verdadero pode, para que las siguientes generaciones sean verdaderos servidores públicos.
BorrarUn abrazo