Después de leer el Real Decreto-ley 20/2012 de 14 de julio, tengo una sensación de mucha tristeza. Es una sensación que no me "mola" nada, que me hace pensar en los años 60, cuando lo que se hacía era dictar normas por decretos leyes desde El Pardo, con ese olor a sacristía rancia que la mano del dictador firmaba con entusiasmo.
Después de la torpe y patética rueda de prensa del Consejo de Ministros protagonizada por los tres mosqueteros del pasado viernes negro y 13, para más inri, no tengo más remedio que decir que estamos gobernados no por la "troica" (que así es), sino por unos desalmados "hombres de negro" y con una enorme guadaña, cortando todo lo que a su paso se les pone por delante, que somos todos nosotros, los ciudadanos, que les pagamos sus grandes privilegios y además nos insultan con descaro y mala educación y sobre todo impunemente.
No solamente aplauden sus tropelías, sino que además se ríen. No es que sea intolerables es que debería darles vergüenza lo que están haciendo. Mienten, pues en esa dichosa rueda de prensa, vimos a un Montoro, como si se huera pegado un "chute" contestando farragosamente y sin aclarar nada. Vimos a un Guindos, como si sus recetas fueran las imprescindibles y necesarias, sin ninguna explicación, y por último vimos a una Soraya Saez de Santamaria (SSS), con unos gestos bien estudiados de pena, como si se estuviera examinando de una obra de teatro.
Pero lo más indignante, según leo el Decreto, es lo que ocultaron en esa rueda de prensa maldita.
No me gusta en mis reflexiones, hacer tediosas listas de lo que ocultaron y era importante, sólo diré una: el recorte de la dependencia, que pomposamente, en el Capitulo III, denomina "Medidas de racionalización del sistema de dependencia ". Lisa y llanamente vuelven a pasar la guadaña. Se nota claramente que la norma es otra vuelta de tuerca para este colectivo y curiosamente las más de 90 páginas del susodicho y maldito decreto no hay ni una sola norma en la que metan mano a tanto paraíso fiscal que de cualquier forma se manifiesta en nuestro suelo patrio y fuera de el.
No eso no, por favor, eso no se puede ni mentar. Naturalmente sus privilegios ni tocarlos. Eso nunca, pero incluso nos prohíben viajar a cualquier lugar fuera de España,aunque sea a Andorra, si tenemos asignada la paga de desempleado paupérrimo.
Por éstas y algunas cosas más mi tristeza es patente. Franco no ha muerto.
Es más que evidente que el franquismo no murió con Franco. Los poderes fácticos escenificaron a su antojo y conveniencia para que en la transición no se les escapara ni un ápice en las estructuras esenciales del poder. Maquillaron, sombra aquí, sombra allí … y consiguieron que todo siguiera atado y bien atado.
ResponderBorrarRecuerdo que los más ilusos nos resistíamos a aceptar la dinámica de negociación de los partidos que se presumían iban a ser mayoritarios cuando se celebrasen elecciones. Seguíamos con la cantinela de que poco valor tendría la democracia resultante si no planteábamos una “ruptura democrática”, donde lo 1º que había que decidir era que forma de estado quería darse el pueblo español, convocando un referéndum exclusivo. Conocida esa voluntad y dejando tiempo para un debate adecuado, se convocarían unas “Cortes Generales Constituyentes” …..
Sigo pensando que teníamos razón aquellos ilusos. Dejamos hacer a los listillos, a los pillos, a los aprovechados y oportunistas de siempre y aquí seguimos empantanados en una transición aún pendiente, inacabada.
Antonio, todo lo que dices es cierto, pero también es cierto que 30 años en una democracia,no es casi nada,no hay cultura democrática suficiente y los listillos (ahora unidos más que nunca), no desean que sus privilegios sean tocados, menuda casta política que tenemos.Gracias por tu comentario y por leerme.
Borrarbuen comentario y acertado
ResponderBorrarlagranadinabenahadux.blogspot.com.es