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| Uno de los autocares que traslada al público hasta algún plató de Madrid |
Supongo que el ministro de Hacienda estará frotándose las manos para recaudar como loco los impuestos a todos los 'aplaudidores profesionales' ¿profesionales? que se apuntan a los platós de televisión para 'rellenar' de 'público' entusiasta los programas y hacer su cometido a golpe de batuta del jefe de 'aplaudidores', dando la señal adecuada.
Lo que que me parece peligroso es que Montoro estará al tanto de dichos aplaudidores por cobrar 8 euros solo por 8 horas de trabajo, y ponga a los inspectores de Hacienda a visionar las caras del público de los programas para seguir el rastro de cada aplaudidor, y así poder enviarles una carta de la Agencia Tributaria, para ponerles una multa sino han declarado ese trabajo, o si lo han declarado, ver si se han saltado algún plazo de las declaraciones 'profesionales' que tienen que presentar.
También creo que el ministro del ramo sabrá que el bocadillo y refresco que recibe cada aplaudidor, tiene que ser declarado como rendimiento en especie y por supuesto sus correspondientes IVA'S, puesto que ya sabemos como persigue Montoro a los que defraudan a lo bestia, pero a los curritos de turno, los abrasa.
Los profesionales del aplauso, pueden llegar a cobrar entre 8 a 10 euros por programa por 8 horas diarias. Se reúnen en algunos puntos de Madrid, para que un autobús los recoja en algún polígono industrial.
Pero para que haya una mecánica de organización, existen los "captadores de público", que también reciben su óbolo y son los que reparten a cada aplaudidor, uno a uno lo estipulado, cuando regresan a los puntos correspondientes en el autobús en donde fueron recogidos antes de ir al programa. Al parecer el cobro es al contado.
Os podéis imaginar que entre los aplaudidores abundan los parados, jubilados, jóvenes que no encuentran trabajo, y un etcétera. Vamos un ejército como consecuencia de la Ley maravillosa de Fátima Báñez.
Ya estoy viendo los colmillos de Montoro sacando tajada a los aplaudidores profesionales.
¡¡Genial! Cuando sacas la vena sarcástica me encantan tus posteos. Habrá que suponer que Montoro estará igualmente al acecho del pago de los impuestos de esos periodistas jóvenes a los que una empresa catalana ofreció trabajo ¡¡por 2.50 euros por hora!! Creo que las asistentas ganan entre 8 y 12, según sean las que las pagan... Asi que mira en lo que ha quedado mi profesión, si no eres Inda o Marhuenda, claro.
ResponderBorrarAbrazo enorme
Gracias por tu comentario...Ya les queda menos a estos desvergonzados.
ResponderBorrarAbrazo grande
Amigo Javier, pienso y digo: ¿ tan poca vergüenza tiene toda esta gente, (especialmente Montoro), de llegar a ese extremo de hurgar en los bolsillos de los más desfavorecidos?. ¡¡Ya los conocemos, son como las hienas!!.
ResponderBorrarHoy me he quedado un poco sorprendido por la noticia del pacto PP-PSOE, por la lucha contra el "yijadismo". ¡¡No me ha gustado nada en absoluto!!. Esto me suena como el "preludio" de lo que acontecerá en un futuro próximo. Los dos grandes "acosados" por el malestar del pueblo, se unirán para frenar el avance imparable de la nueva formación política PODEMOS.
Mal anda el PSOE, si no deja esa lucha de la mano del PPopular. ¡¡Seria un fatal error.!!. El verdadero enemigo del PSOE es el PPopular y su dedicación tiene que ser la que siempre ha sido: estar al lado de los que sufren y ser una alternativa al poder.
Pudiera peligrar el futuro del PSOE con sus 140 años de historia.
Perdona Javier, por salirme del guión. Tenía necesidad de decirlo.
Un fuerte abrazo.
Amigo Vicente, tú no tienes que pedirme perdón de nada, faltaría más.
ResponderBorrarLlevo bastante tiempo, reprimiéndome en mis reflexiones, me gusta decir las cosas desde el corazón pero con sarcarmo e ironía, que pienso siempre es mejor. Efectivamente lo del pacto PPSOE, me ha llegado al alma, para mi es intolerable, pero me temo que es como tu dices, el preludio de un gran pacto entre los dos, contra Podemos y también IU. Queda por ver como sale del adelanto de las andaluzas Susana Díaz. Veremos. Y veremos muchas más cosas, me imagino.
Un abrazo