Estamos asistiendo desde que se aprobó la Constitución del 78 a la gran mentira.
Y lo dice una persona que en su día creyó en la democracia después de una dictadura que como su propio nombre explica por si solo lo que significa dicta-dura. Y fue muy dura.
Desde hace algunos años, aquí la democracia se ha convertido en dedocracias agradecidas según le vaya la vida al político y lo peor de todo es que se ha instalado en nuestras vidas algo que ya forma parte de lo normal y no es otra cosa que el saqueo de los dineros públicos.
No quiero ni pensar si esto que estamos padeciendo los españoles hubiera ocurrido en Francia o en Alemania, por ejemplo.
Supongo que si desde la primera metedura de la mano en la caja pública hubieran ido a la cárcel sin más que tras un juicio justo y rápido, seguramente estaríamos mucho mejor.
Pero no, aquí no pasa nada, siguen esquilmando al país y aquí no pasa nada ¿No pasa nada?. Pues eso parece que no pasa nada.
Lo que sí que pasa es que nos toman por tontos, pero tontos de baba.
No hacen caso a lo que los ciudadanos hemos votado un cambio,otra forma de gobernar la cosa pública, pero que ni por esas, que no nos hacen ni repajolero caso.
Ellos a sus repartos de sillones y poltronas en las instituciones y a los ciudadanos que nos den cordilla.
Pero creo que esta vez se han pasado y también creo que en las próximas elecciones generales les vamos a pasar factura a toda esta gente que nos desdeña, que nos ignora.
Pero esta situación corre peligro, más peligro de lo que pueda parecer. Puede ocurrir que los ciudadanos demos definitivamente la espalda a los políticos y nos neguemos a votar.
Entonces aparecerá la abstención, y ya sabemos lo que significa esa palabra. Volverán a estar los mismos gobernando, y aquí no pasa nada.
Todo esto es, ni más ni menos la gran mentira.
¡¡Todo es, una gran mentira, amigo Javier!!. Aunque tenemos que reconocer que, nosotros los ciudadanos, contribuimos a engrandecer esa gran mentira que, a fin de cuentas alimentamos con nuestra ignorancia ( que no es poca), con nuestra permanente división, se alimenta la derecha. La derecha sabe muy bien jugar sus cartas, que son: tener al pueblo siempre dividido, lo cual es fundamental para perpetuarse en el poder; mientras el pueblo no se dé cuenta, no hay nada que hacer para combatir la gran mentira.
ResponderBorrarUn abrazo.
Pienso que tiene toda la razón del mundo, amigo Vicente. Estoy muy cabreado, pero eso no soluciona nada.
ResponderBorrarUn abrazo