No todos son iguales

A la salida de la reuniónn  de ayer  en Génova. Foto EFE.

Existen honrosas excepciones en lo que a políticos se refiere.

No todos son iguales. No.

Muchas veces generalizamos tanto -y por supuesto yo no me escapo a ello- y sin querer  hacemos un flaco favor a  muchas personas que se dedican a la política y lo hacen por convicción y con honradez, en el sentido más amplio de servicio a la comunidad.

Sigo insistiendo, que aunque los jóvenes, por la situación en que están actualmente con una alta tasa de desempleo, -no dudo que saben lo que es votar y quieren hacerlo y lo hacen-, pero otros muchos están desengañados y hartos de promesas del político de turno  que luego no cumple.

He oído decir  algunos de estos jóvenes que no votaban, y decían "para qué, dicen una cosa y luego ni se preocupan de nosotros". Tienen algo de razón, pero no toda.

Lo que ocurre es que este sistema que tenemos de partidos con esta Constitución, está desfasada (obsoleta) con respecto a lo que los ciudadanos están demandando. Se puede y se debe abordar pero ya, el asunto de reformar la Ley Electoral, dando paso a las "listas abiertas".

Se necesita conectar con el votante. Hay que poner ya en negro sobre blanco esta importante cuestión.

Las "listas cerradas", son como "estabulaciones"- perdonarme la expresión -  sólo tienen una única voz, la del primero de dicha lista. En definitiva de lo que el partido diga (en realidad lo que digan unos pocos de cada formación).

Y puestos ya (no hay que tener miedo) los programas, deben de ser contratos firmados ante los ciudadanos por vía notarial, para que nadie se vaya de "rositas" con sus promesas y aquí no ha pasado nada.

Pienso que poniendo en marcha estas dos reformas (que puede ser una), los políticos concentrarán sus esfuerzos en las prioridades más prioritarias y sobre todo posibles.