A veces tengo la sensación de no estar en este mundo.
Dicho así, parece que no sea cierto.
Las noticias con las que me desayuno todos los días, con las que me acompañan en la comida, así como a la hora nocturna en la que casi siempre acabo con las persianas cerradas de mis párpados; dichas noticias son casi todas tan repetitivas y tan manipuladas convenientemente por todos los medios generalistas y conducidas con el beneplácito de el poder establecido y en gran parte de lo que llamamos oposición, que efectivamente estoy en otro mundo, no en este.
Cuando salgo al mundo real, ese que al parecer tanto el poder establecido como la oposición no perciben, es entonces cuando estoy en este mundo.
Por desgracia percibo lo que en verdad ocurre, me cuentan, oigo en conversaciones que por desgracia me ponen muy triste.
Pero ya sabemos que de la tristeza no se vive, con la tristeza se acaba con cualquier ilusión que pueda trasladarnos hacia una ilusión -por ejemplo, nos quitaría la tristeza que de esos miles que nos dicen han encontrado trabajo, sea un trabajo digno y duradero-, pero me dicen, me comentan, escucho que todavía hay muchísimos jóvenes que nunca han tenido un trabajo, ni un mísero empleo.
No saben que cuando teníamos la suerte de tener un trabajo digno, incluso se podía pagar la deuda de la compra de la casa con sus letras de cambio previamente firmadas una a una y que nunca se dejaban de pagar.
Ahora sin letras de cambio, existen desahucios de dichas viviendas algunos con suicidio incluido.
Por eso y algunas cosas más, creo que no estoy en este mundo.
Mi apreciado Javier, has descrito fielmente todo lo que siento yo día a día, es increíble lo cercanos que están dos personas que sólo nos conocemos a través de internet, y que sufran la misma tristeza por esta situción impensable hace sólo una década. Que nos hubieran dicho de haberlo sugerido, que eramos unos catastrofistas y un sinfín de cosas más. Amigo, un gran abrazo y que la fe en que esto no puede durar siempre.Espero
ResponderBorrarEspero y deseo que esto no se prolongue más por el bien de todos, y digo bien todos los ciudadanos.
ResponderBorrarUn abrazo y muchas gracias por tu coemntario
Empieza a cumplirse tu deseo de que me introduzca en tu blog, que iguales ganas tenía yo de hacerlo, y las mantendré por saber cual es tu respuesta, aunque no la merezca.
ResponderBorrarTienes la sensación de estar en OTRO mundo, por que parte de la información que te llega de ESTE no es verídica, está manipulada, es parcial, esconde la realidad.
¿Te parece estar en el mundo que otros quieren hacerte creer que existe aquí mismo; es eso lo que quieres decir, o a qué mundo te refieres?...
Lo aclaras al decir: "Cuando salgo al mundo real," (¿Ves que no me como ni una coma?).
Bien, te explicaré la mejor versión existente, que más que ser un punto de vista diferente que pudieran haber entre otros, sobre un mismo teme, es la más realista... aunque quizás no te guste, o moleste, la forma categórica en la que me expreso. Ahora bien, admito analizar y exponer mis conclusiones, respecto a las objeciones que se presenten.
Antes de entrar en más materia, como tengo la intención de hacerlo, permíteme felicitarte por la comparación que has puesto (no es un sistema de halago injustificado para tratar de ganarme tu confianza, y atraerte a "mi terreno", cuando no "pisemos el mismo").
Me refiero a 'las persianas cerradas de tus párpados', por que hace dos semanas revisé la introducción a un tema de una revista que no se vende en kioscos ni librerías, y sin embargo se distribuye en 239 países, con una tirada media de 45.944.000 de ejemplares, en 213 idiomas, que pasa por ser la de mayor circulación en el mundo, que empezaba citando una de las declaraciones del que se considera el segundo hombre más sabio que ha existido entre la humanidad, Salomón, cuando dijo: "Acuérdate [...] de tu Magnífico Creador en los días de tu mocedad, antes que procedan a venir los días calamitosos", y sigue la cita de uno de los textos cuyo contenido, para mí, en cierto modo era de los más difíciles de entender cuando lo leí por primera vez, sin alguien que me ayudara a comprenderlo, pues sigue así: "...antes que se oscurezca el sol y la luz y la luna y las estrellas, y hayan regresado las nubes, después del aguacero; el día en que tiemblen los guardianes de la casa, y se hayan encorvado los hombres de energía vital, y las mujeres que muelen hayan dejado de trabajar por haber llegado a ser pocas, y las señoras que ven por las ventanas lo hayan hallado oscuro; las puertas que dan a la calle hayan sido cerradas, cuando el sonido del molino se haga quedo...También... el hombre va andando a su casa de larga duración y los plañidores han marchado alrededor por la calle...". Se añade que Salomón empleó un enigmático lenguaje poético para describir los días calamitosos de la vejez, y se explica brevemente el significado de cada parte descrita.
Me ha hecho recordar la explicación, más detallada, que la misma revista presentó en su número del 15 de noviembre de 1999, que por desconocer si para ti resultaría demasiado pesado reproducirla íntegra, solo citaré la parte que compete a tu ilustración de las "persianas":
""En la vejez suelen..."Las señoras que ven por las ventanas" --los ojos unidos a las facultades mentales que posibilitan la visión-- se nublan, si es que no se oscurecen por completo.""
De modo que las "persianas", que nosotros podemos bajar y subir, u otros nos pueden imponer, también afectan la capacidad de visión del exterior, independientemente de la visión propia que tengamos. Por eso me ha gustado tu comparación.
Regresando a otro punto de tus declaraciones, me referiré a lo que dices de que "Por desgracia lo que en verdad ocurre te pone muy triste", y explicas las condiciones laborales adversas que afectan a millones de personas, incluidos los jóvenes.
No es el fin, hay más... cuando pueda recuperar toda la información que debí borrar por ignorar que un blog no admitía más de 4.000 y pico caracteres. Firma el Anónimo 7-Juan, "Camaleón-@discurriendo, y lo verifico en mi siguiente tuit, con el número 2/2014. Forma de evitar impostores indescubribles.
ResponderBorrarAnónimo 7-Juan, Camaleón@discurriendo, sigue con el 3/2014... Yo digo que sí, eso es una desgracia para ellos, pero es solo una parte de los numerosos problemas que nos afectan a TODOS, con diferentes intensidades y períodos, pero visto en un sentido relativo y a la luz de la información confiable de que podemos disponer, aunque la mayoría no le haga caso o la rechace, la cuestión tiene un enfoque muy positivo, que globalmente, en vez de ser una desgracia, se convierte en una situación esperanzadora.
ResponderBorrar¿A qué me refiero, y cómo es posible eso?
Pues lo hace posible la misma fuente que contiene la cita anterior, que data de unos 3.013 años, y se completó hace unos 1.915, y se ha conservado a pesar de los numerosos y acérrimos enemigos que han tratado de impedir que llegase intacta a nosotros: La Biblia.
Resumiéndolo muchísimo, la Biblia explica lo que muchos intuyen, esperan y temen, sin haberla leído: Un cambio radical en la sociedad humana, que se está produciendo especialmente desde la Primera Guerra Mundial, que produce tristeza como la tuya, por calificarlo de una forma muy suave, del que no escapan los efectos ecológicos que afectan a la Tierra.
Observamos cómo se producen y suceden en ella los sucesos previstos, en una cantidad e intensidad que hace inconfundible saber que al producirse todos al mismo tiempo, sería motivo de " 'alzar' la cabeza por que su liberación se acerca.", para quienes permanecen bien informados y actúan en consecuencia, mientras que el resto experimenta "angustia de naciones por no conocer la salida" de los acuciantes problemas que no pueden resolver, pero que se terminarán en una sola generación, de la manera que ellos menos esperan.
Los textos citados anteriormente corresponden a los libros bíblicos de Eclaesiastés, cap. 12:1-5, y Lucas 21;25-28.
Esto es lo que nos esperabas. Cual será será tu respuesta? ¿Habrá continuidad?
¡Pronto estaremos en "otro mundo"! ¿Nos veremos allí... es decir: aquí, pero en otras condiciones muy deseables, cuando los motivos de tristeza, preocupación e inseguridad habrán desaparecido para siempre?
Con toda brevedad amigo Javier, te diré que, a mí me pasa lo mismo. No termino de entender cómo se nos ha ido de las manos esa prosperidad que, parecía tan real y, ahora nuestros hijos se tienen que marchar a otros países, para poder vivir dignamente o por lo menos mejor.
ResponderBorrarUn abrazo.
Vivente, pues es muy sencillo: Es el resultado de una mala administración de los recursos de la Tierra, y de la capacidad humana para repartirlos y aprovecharlos de una manera justa, proporcional y equitativa, que se ha basado principalmente en el egoísmo, la envidia, la competencia, el afán de acumular más de lo necesario y la avaricia de un enriquecimiento rápido, y el consentimiento a nivel personal, regional, nacional y gubernamental de que ciertos individuos o grupos empresariales acumulen fortunas desorbitadas, como pueden ser a nivel individual de 50.000 o 600.000 millones de €/$... o que unas 80 personas posean más que la mitad de los habitantes del planeta... !¡¿No está claro?!
BorrarAl fin y al cabo, es lo que la Biblia profetizó que ocurriría, aunque la mayoría no quiera reconocerlo, ni el próximo desenlace que ésta muestra que tendrá, resultando en un barrido para siempre de tanta injusticia y crueldad a todos los niveles y en todos los ámbitos, y el establecimiento de un gobierno mundial justo, al que todos sus súbditos obedecerán: El reino de Dios, que no es "una condición dentro del corazón del hombre", como afirman los falsos e impostores cristianos, sino un verdadero gobierno con la máxima autoridad, capaz de proporcionar al ser humano la cobertura de TODAS sus necesidades.
Quise decir Vicente, en el anterior.
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