Escribir es como buscar nuevos caminos que aún no se han recorrido, aunque las palabras que se utilizan vienen a nuestro cerebro y dando las órdenes oportunas para expresar lo que queremos escribir.
Pero no tengo la certeza de que eso siempre sea así. En realidad, vamos dando forma a lo que tenemos que decir para el lector, que ha caído en algún lugar en el camino de nuestra vida.
Llegados a este punto de mi reflexión creo que el ser humano en general, puede ser muy imaginativo, no solamente escribiendo, también en la pintura, en la arquitectura, en la música y, en definitiva, en todos los órdenes creativos que conocemos y aceptamos.
Tampoco tengo la certeza, de que esto que escribo sea verdad. Entonces acudo a la filosofía para investigar, qué es lo que estamos haciendo.
Es posible, que lo único que estemos haciendo es decirnos a nosotros mismos lo que seguramente nos gustaría que ocurriera, que pasara y se produjera en nuestras vidas,
No tengo la certeza tampoco de que esto que digo sea como pienso. No tengo la certeza de que todo lo que ocurre es porque, sea lo que sea, ocurrirá, aunque no lo deseemos.
No tengo la certeza de que, por ejemplo, tomarse unas cañas o unos cafés con los amigos, sea realmente lo que queremos hacer. Muchas veces lo hacemos porque nuestro subconsciente nos lo está indicando.
Por último, no tengo la certeza de que todo lo que imaginamos sea producto de nuestro conocimiento, es más pienso que, sea lo que sea, escribir, leer, dibujar, pintar y hacer todo lo que hacemos puede que sea en realidad, un sucedáneo de la certeza.
Querido Javier, cuanto más años cumplo menos certezas tengo. De hecho creo que sólo tengo una, tengo la certeza de que ya no tengo certezas. Un abrazo amigo
ResponderBorrarJajaja, me has entendido perfectamente.
ResponderBorrarUn abrazo grande y muy especial <8>
Amigo Javier, en el mundo creo que está lleno de incertidumbres, en este momento, pienso, si será cierto que tengas tantas incertidumbres.
ResponderBorrarEn el modo que tú te expresas, está claro que todo el mundo tiene las suyas; es evidente que la certeza que yo pueda tener sobre cualquier cosa, otra persona puede ver otra realidad que no sea la mía. Todo depende según el prisma con que se mire.
¿Qué es la verdad?, ¿lo que yo veo?. Mirándolo todo bajo este razonamiento, nadie está con la certeza segura de la existencia de las cosas y la de poseer la verdad. Luego, coincido con Cata: cada vez tengo menos certezas.
Javier, yo personalmente, nunca me he visto con estos dilemas de tener que "filosofar" profundamente.
Si tu escrito se basaba precisamente en tratar de hacer pensar al lector, lo has conseguido conmigo, pero te advierto que de filosofar, nada de nada, porque no tengo conocimientos ni estudios al respecto.
Un abrazo.