Estado de Bienestar

Mariano Rajoy..
Presidente de todos los españoles

Estado de Bienestar, esa conquista, que poco a poco nos arrebatan.
¿Y aquí no pasa nada?

Si a lo largo de nuestra vida, los ciudadanos de un país, somos capaces de aportar todo lo bueno a la comunidad en que convivimos, seguro que al final de ella, tendremos una justificación muy clara de nuestro paso por esa vida, ya que habremos dejado a nuestros semejantes algo que verdaderamente no se puede cuantificar con dinero: el amor por las cosas bien hechas, sin haber pensado en el enriquecimiento absurdo que otros predican con sus hechos y obras continuamente.

Conviene recordar que el Estado de Bienestar, (característico de los países de Europa Occidental), ofrecen gratuitamente, educación, atención sanitaria, viviendas de bajo costo, pensiones de vejez, transferencias hacia los desempleados y a los más necesitados, así como otros programas sociales de diversa naturaleza.

Pero últimamente, nos están arrancando poco a poco, (a golpe de recortes en los presupuestos), empeñados en ajustar su déficit público, y ello por mor de la "liberalización" del mercado, han producido una tendencia a generar oligopolios y por tanto concentración de riqueza en muy pocas manos.

En definitiva la política salvaje del capitalismo a ultranza, va dejando , a las capas más débiles y últimamente no tan débiles  desprovistas de ese bienestar social.

Hoy fortuitamente me he enterado de un caso de desahucio, de los que piensas, que "a mí esto no me pasará nunca".

El caso, es el de una periodista, escritora y madre de dos hijos, que en el año 2008, la despidieron de la empresa (periódico) en el que trabajaba.

Entonces ella no era consciente en ese momento, que ya no volvería a tener ningún empleo 'fijo'.

Después de que se le acabara el paro, fue cuando se percató que aunque siguiera trabajando de autónoma, ya no sería lo mismo; empezaba a tener problemas, pues la miserable subvención de 400 euros, ya no llegaba a cubrir los gastos esenciales de una casa con dos niños.

Como es una persona luchadora, no se dio por vencida, siguió escribiendo libros y hasta le dieron dos premios e incluso montó una editorial que produjo 80 libros.

Pero un día, llamaron a la puerta de su casa, y  apareció un señor entregándo un sobre y dentro muchos folios, era el embargo de la casa. Terrible momento, sobre todo explicar al mayor de los hijos, entonces con  9 años, qué era lo que pasaba.
En fin una tragedia, que le ha pasado a una periodista, escritora, editora y madre de dos hijos.

Cuento esto, (mal contado) pero cierto, y como dice ella misma, lo peor es que dentro de dos años, todos los ERE'S  de empresas muy conocidas, que están lanzando a la calle a más periodistas, serán víctimas de lo mismo que le ha pasado a ella.

Y es que esta política indecente de este gobierno inepto no puede ni debe continuar.

Es una chapuza lo del Real Decreto Ley sobre los desahucios. No tienen vergüenza.