A un mes de la celebración de la Navidad, veo con cierta nostalgia, de otros lejanos tiempos vividos (con ojos de niño), un 'belén' montado por unos conocidos grandes almacenes, y lo primero que me llama la atención es el 'portal de belén', que en mi mente de niño, tengo grabada en mi memoria a San José, la Virgen, y el niño y por supuesto al buey y la mula.
Pero claro,ahora observo con mis ojos, no ya de niño, sino de adulto, que los 'bichos' están casi ocultos detrás de la familia. Pienso que algo no me 'cuadra'.
Recuerdo que con mis manos y ojos de niño, poníamos los 'bichos' (uno a cada lado) cerca del niño, para según nos indicaban nuestros mayores, dar calor al niño Jesús que estaba recién nacido desnudo entre pañales.
Con mis ojos de mayor, recuerda mi mente que el jefe de la Iglesia Católica, ha escrito un libro, que entre otras cosas indica que, al parecer los 'bichos' no estaban.
Y ahora que hago yo cuando mis nietos me pregunten ¿por qué saben ahora, que entonces no estaban? ¿Es que el Papa estuvo allí? Mis nietos, como casi todos los niños son muy preguntones. ¿Que les contesto?
Me imagino que los 'gerifaltes' de esos grandes almacenes, habrán sopesado convenientemente congratular a público (niños) y al Papa.
¡Listos son estos grandes almacenes!
No se les escapa una. ¡La pela es la pela!
ResponderBorrarEntre otras cosas...
BorrarHay que dejar a los niños que lo monten como quieran, es más divertido ;-))
ResponderBorrary muy lógico...
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