¿Estamos en recesión?

Una de "brotes verdes" Acuarela. Javier Marcos.

El otro día escribí que me estaban volviendo majareta, y hoy veo que puede ser cierto.

Las políticas de austeridad que nos han impuesto si o si desde la olla que nos cuece la sopa de nuestras vidas en Bruselas, resulta que ya es oficial: la zona euro está en recesión.

Bien nada nuevo, llevamos cinco años sin salir de la crisis, con brotes verdes de vez en cuando para animar nuestra agonía.

Muchos nos lo temíamos, los que pensamos que tanta política de recortes por mor de cuadrar un déficit, lógicamente lleva a un decrecimiento de la economía familiar y sumando se llega a un PIB (Producto Interior Bruto) de las 27 economías, nos lleva técnicamente (con dos trimestres consecutivos con signo negativo) a situarnos en recesión, ya que con una variación trimestral del 0,1 % de los 27 países, sitúa a toda la zona euro en una preocupante variación anual del -0,6 %.

No entiendo que recientemente, el ministro De Guindos, dijera que veía ya una recuperación de la economía. Desde luego se inventaron lo de los "brotes verdes" para llamarnos tontos.

Ya se por qué se ríen en sus reuniones, primero para hacernos pasar por el aro de sus ocurrencias, y lo más importante es que no se creen, ni de coña, que esto se recupere.

No nos tienen ningún respeto, y esta cuestión ,me empieza a poner de mala leche. Pero muy mala.

Existen otras políticas y otras formas de afrontar esta dichosa crisis (que poniéndolas en práctica), se podría cambiar el ritmo destructivo y  actuar contra esta crisis que lleva al menos cinco años golpeándonos.

Pero les da lo mismo, siguen su "ruta" y además nos lo dicen con total desfachatez, 'seguiremos en la dirección que nos marca santa Merkel', y no hay más que hablar.

Y por si fuera poco, se empeñan una y otra vez en decirnos que sólo nosotros hemos y seguimos teniendo la culpa de lo que nos está pasando.

Pues, ya está bien de hacerles el 'caldo de la sopa de la olla' de Bruselas.

Declaremos nuestra insumisión total, hasta que desistan de sus políticas salvajes.

No dejemos que nos empujen a una desesperanza tal que ya no tengamos alegría por disfrutar de la vida.

Esto, no puede ni debe ocurrir.