Si agrupamos los titulares de medios de comunicación en los que se dice sólo las bondades de este Gobierno de España, haremos un flaco favor a lo que es la realidad. No es que quiera hablar de filosofía, no puedo ni asomarme pues lo único que haría es verter un montón de sofismas. Por tanto me inclino más a contar lo que realmente veo, siento, escucho y como no, interpreto.
Interpretar como si fuera una obra de teatro, es lo que hace el Gobierno de España y sus aledaños, que día sí y otro también, algo que nos gustaría muchísimo fuera verdad: la recuperación real de nuestras economías, pero la nuestra, y cuando digo nuestra no me refiero al PIB (Producto Interior Bruto), ese medidor -que por mucho empeño que pongo- no consigo que aparezca en mi bolsillo, para que se llene de dinero a espuertas ( a montones, en abundancia) para invertir y crear empleo; lo busco todos los días y nada que no tengo suerte y no aparece, ni siquiera una sola espuerta, esa medida que le gusta tanto utilizar a Botín, el banquero, para animarnos a consumir, sus productos naturalmente.
Pero mi realidad, en el sentido más común, no es otra que esas ganas de que todo empiece a florecer como si llegara la primavera y ver por fin esos brotes verdes, que por lo menos podamos comer una lechuga recién cortada, pero me parece que tampoco ocurrirá.
Es cierto que después de los hachazos perpetrados por el Ejecutivo durante más de dos años, es cierto, insisto en que algo habrá mejorado. Pero sigo sin entender -que teniendo un 27% de tasa de desempleo- podamos seguir existiendo como si realmente nos fuera de maravilla.
Os deseo que el año 2014, sea al menos un poco mejor que los dos anteriores. Volveré a daros la lata con mis reflexiones. Hasta el 5 de enero de 2014, que si me dejan, volveré a publicar. Gracias por haberme aguantado.
Quiero y deseo con todas mis fuerzas que la economía que nos describen desde el Gobierno de España, sea por fin la realidad.