Verdad o mentira

Lo que pasó en el pleno del Congreso de los Diputados el 8 de mayo de 2013 era previsible. El Presidente de España se encaramó al patíbulo de los oradores  y nos espetó,  de nuevo con su plasma habitual lo que ya había deslizado -como tiene costumbre- en sus medios de comunicación, la lección bien aprendida de Merkel.

Resumiendo -que esto empieza a ser cansino- más de lo mismo. Durante quince meses haciendo alarde de sus Reales Decretos Leyes ¿cuántos?  por cierto he perdido la cuenta, pero parece ser que el Presidente no ha perdido el tiempo con los recortes, ajustes, subidas de impuestos o cualquier otra medida que nos ha incrustrado en nuestras vidas sin ninguna consideración.

Lo peor es que esto no ha sido un sueño de quince meses,  dice que no se 'baja del burro' y que seguirá insistiendo en las mismas recetas (inestimables según él) para sacar adelante a nuestra ya vieja piel de toro, un poco deteriorada ya,

Dice que no va a atender "propuestas de cara a la galería ni frivolidad alguna". Me atrevo a decirle que la galería a la que se refiere debe de ser a las que en su tierra de origen gallego, tiene en muchas casas, porque lo que es  a la galería de sus votantes y no votantes nos importa un comino, vistos los resultados de esas recetas-políticas que por otra parte ya forma parte de un 'escrache' inmenso que usted nos está haciendo a toda la ciudadanía.

Y sigo desgranando las perlas que nos dijo... "No puedo hacer una política económica como la que nos ha traído hasta aquí, porque para eso no me he presentado a las elecciones". Plasma más, plasma menos, es lo que tiene la erudición del Presidente de España, que sus 'perlas' se vuelven contra él por pura incongruencia.

Si no recuerdo mal Sr. Rajoy, usted se presentó a las elecciones para ejecutar un programa, que , mire usted por dónde, ha resultado ser totalmente distinto a sus promesas,  por lo que su honor le ha dado la espalda. Los quince meses en los que usted ha tomado las riendas de España,  me temo que ha hecho lo contrario de  esas promesas. ¿Verdad o mentira?