Principios

Es lógico y además conveniente que en toda negociación hay que salvaguardar los principios que cada cual defiende en cualquier pacto político.

Es claro que nos tenemos que ir acostumbrando a ver que entre las formaciones políticas tienen el derecho y la obligación de salvar sus principios que les distinguen   como 'contrato social' que en toda verdadera democracia se deben de dar.

Cualquier pacto o acuerdo que supongan cambios en nuestra realidad social, sabemos que para llegar a ellos, las partes implicadas, se verán muchas veces rozando esos principios de cada cual.

En democracia, los actores de acuerdos o pactos políticos deberán siempre tener miras de verdaderos estadistas para que dichos posibles pactos o acuerdos, estén dirigidos para la mejora de los ciudadanos , en definitiva para el bienestar de todos.

Un buen gobernante tiene que separar lo que son promesas de campaña y sus principios que cree indiscutibles frente al otro. En cualquier momento de su andadura política deberá sopesar adecuadamente con la oposición para que en su momento pueda ceder una parte de esos principios en aras de converger para el bien de la ciudadanía, que en realidad es para quien se gobierna.

El político que se considere un buen estadista tiene que estar convencido de que defender a ultranza los principios de su formación de partido, tiene, en algún momento, tiene que ceder ante el otro para en definitiva acercarse a la realidad de gobernar para la mayoría de los ciudadanos que integran un país, esto no es ni más ni menos la grandeza de un verdadero político que le eligió para pilotar las políticas posibles para mejorar la convivencia del país.

En España estamos demasiado acostumbrados a estar en campaña cada día, y eso hace que sea muy complicado acercar acuerdos o pactos respetando los principios.