Debe de ser por el fenómeno de Internet, pero estamos adquiriendo mucha información que, es verdad, que nos invade, pero también es cierto que se nos inmola poco a poco y nos indigna mucho más cuando vemos la cantidad de personas en el mundo que son no ya maltratadas, que también, es que son pasto del tráfico de personas.
Ahí, sí que me duele; puedes pensar que cuando te viene encima un terremoto, sí, de esos que hacen temblar la tierra, y produce infinidad de muertos, también huérfanos, y esos huérfanos son pasto de las mafias que se dedican a comerciar con personas, con niños, con mujeres, en fin, con todo lo que se les pone por delante.
No es que estas mafias, sean sinvergüenzas, que lo son, para mí son una de las cosas peores que conozco.
Traficar con niñas y hacerlas prostitutas, no tiene nombre, pero tampoco tiene nombre quiénes por unas monedas, trafican como si fueran mercancía.
No sé quiénes son peores, la verdad, no lo sé, lo que sí creo saber es que ningún gobierno se preocupa por este tema. A nivel mundial, sí es preocupante, muy preocupante.
El temblor de la tierra, cuando se produce, es inevitable, pero el temblor de la mafia aprovechándose de las personas, ese temblor, debería desaparecer de un tajo.
¿Por qué ningún partido político se preocupa de este tema? ¿Solo quieren sillones en consejos de ministros? ¿Y de las personas qué?
Me refiero, por supuesto de todas las personas, pero en especial de la trata de personas.
Me parece muy bien tu preocupación por la trata de personas, amigo Javier, a mi también me sorprende mucho que estos fenómenos de índole criminal, no sean extirpados radicalmente por las autoridades politicas; sucede lo mismo con el tráfico de la droga o de las armas. ¿Que por qué no se lucha con más fuerza contra estos clanes mafiosos y criminales?, pues, la respuesta es bastante más clara de lo que parece; te daré como respuesta, otra pregunta también preocupante: ¿por qué existen los paraísos fiscales?
ResponderBorrarUn abrazo.
Probablemente sea un complejo de preguntas que todas concurren en las pobres personas que sufren.
ResponderBorrarUn abrazo, amigo Vicente