Es muy loable querer acabar con la pobreza que asola a este mundo. Recordando al sabio José Luis Sampedro, decía que estábamos inmersos en un cambio, pero en realidad no sabíamos de qué clase era; no nos dábamos cuanta de ello, que dicho cambio se produciría, pero en realidad no sabíamos en que consistía, pero estábamos en él.
Viene a cuento este recuerdo, porque cada vez que escucho o leo que hay que acabar con la pobreza, me asalta a mi mente, que precisamente sólo con un cambio desde quienes han creado la pobreza, se tiene y se puede resolver con esa varita mágica que lo solucione, erradicando al menos la "pobreza severa", que durante siglos se ha dicho y se sigue diciendo que los pobres siempre existirán, siempre habrá. Pues no, eso no es cierto. Debemos ser valientes y terminar definitivamente con esta lacra de nuestros semejantes, y pensar, entre otras cosas, podemos cualquier día ser uno de ellos.
La tarea será difícil, sin duda alguna, pero no tiene que ser imposible si todos los gobiernos del mundo, se ponen manos a la obra. También hay que contar con todas las organizaciones no gubernamentales y religiosas que existen para que juntos puedan alcanzar ese objetivo. Será un largo camino, seguro, pero se conseguirá aplicando e impulsando un crecimiento económico en su aspecto social y que al mismo tiempo sea sostenible, invirtiendo en pilares fundamentales como la Sanidad, la Educación y protección social en general, para así lograr una redistribución más justa, mejorando las infraestructuras e ir igualando salarios que sean más justos.
No creo que llegue a ver esto realizado, pero de lo que sí que estoy seguro, es que para erradicar la pobreza no hay que hacer lo que la alcaldesa de Madrid hace con su espectacular mente recaudatoria, y no es otra cosa que publicar unas ordenanzas municipales, instituyendo unas multas de hasta 750 euros a los que mendiguen en la Capital de España se les pille limosneando en cualquier sitio o plaza, calle o puerta de iglesias y monumentos.
Y no digamos ya las multas que les pueden caer si intentas limpiar los parabrisas de los automóviles, o vender paquetes de pañuelos de papel, pues se exponen a que arreen un multazo de hasta 1.500 euros. Lo primero que me pregunto es cómo se cobrarán esas multas ¿requisando las monedas que haya en el fondo del vaso de plástico petitorio?
A ver cuándo empezamos a multar y recaudar a todos los corruptos que se han atrevido a llevarse nuestros dineros públicos. A esos sí que se les puede requisar pero ya, todas sus cuentas y posesiones, para redistribuirlo entre tanta "pobreza severa" (se estima que existen en España tres millones, que no tienen ningún ingreso).
Es posible que ingresando todos esos dineros robados, se empezaría a erradicar la pobreza, pero no creo que acabemos con ella, si sigue habiendo estos 'chorizos' que nos vacían nuestras arcas públicas; sin duda ellos son los constructores de la pobreza. Acabemos con la pobreza.
No sería difícil acabar con la pobreza amigo Javier, estoy de acuerdo contigo en erradicar de la faz de la Tierra tanta miseria, causada por las desigualdades que crean los poderosos en beneficio propio y a la vez eliminar a tantos "chorizos" que nos roban el dinero público. Con todo esto habría suficiente para mitigar el hambre en el mundo.
ResponderBorrar¡¡Pero no lo hacen, eso no genera beneficios!!.
Un abrazo.
Amigo Vicente, cómo sabes que tiro a dar dónde hay que dar. Pro como dices no da beneficios y no les interesa. Mira la lista de los más ricos de España. esuna verdadera vergüenza
ResponderBorrarUn abrazo
El camino, creo que seria difundir y apoyar esta iniciativa http://basicincome2013.eu/ubi/es/
ResponderBorrarSi no se acaba con la pobreza es porque no quieren, es interesante tener mano de obra barata y teniendo en cuenta que sus complices los de la sotana, no dejan de fomentar la idea de que aqui estamos para sufrir en pos de una recompensa futura, miel sobre hojuelas, negocio redondo.
Efectivamente, no se quiere, mejor dicho no quieren los que pueden hacerlo. Un negocio redondo para los de siempre.
ResponderBorrarUn logro histórico se encuentra a nuestro alcance.
ResponderBorrarPodemos convertirnos en la generación que termine con la pobreza para siempre. Por primera vez, es posible imaginar que en las próximas dos décadas no habrá ni un niño ni una niña que muera por causas prevenibles; que cada niño y cada niña irá a la escuela y se le protegerá contra la violencia; y que erradicaremos la pobreza absoluta.