"Pensar es tener claro qué pensamos y por qué lo pensamos. Es verdad que cuando aceptamos esta reflexión parece que nuestro mundo se tambalea, el nuestro, este que ocupa su día a día en mantener en funcionamiento las neuronas, en trabajar, en llevar adelante una familia, pero ese tambaleo, ese pozo que se abre a nuestros pies, sólo es el reflejo de otro mundo, ese más amplio que nos rodea, nos cerca, y nos condiciona. No somos hormiguitas; recuerdo a Herman Hesse diciendo que hasta las hormigas trabajan, palabras que sólo eran el reflejo de griegos que las pensaron antes para explicarnos que hasta los animales forman sociedades".
Es un párrafo del magnífico artículo de la escritora y psicóloga Pilar Alberdi @pilaralberdi, publicado el 15 de enero de 2015 en el diario nuevatribuna.es. He querido encabezar mi clamor de hoy así, porque todo lo que dice Pilar en ese artículo estoy totalmente de acuerdo.
Leo con mucha atención las declaraciones del jefe del estado Vaticano, Francisco. Vuelvo a leer frases que ha dicho en un discurso pronunciado desde Filipinas. Transcribo:
"Hay límites a la libertad de expresión especialmente cuando insulta o ridiculiza la fe de uno".../..."Es natural, no puedes provocar. No puedes insultar la fe de otros. No puedes burlarte de la fe de otros".../..."Es una aberración matar en nombre de Dios".../..."La religión nunca puede ser usada para justificar la violencia".../..."Hay un límite cuando se ofenden las creencias religiosas de otros".../..."Hay tanta gente que habla mal sobre las religiones que no son las suyas y que se burlan de ellas".../..."Son provocadores. Y lo que pasa con ellos es lo que pasaría con Gasparri (es su organizador) si dijera una palabra detestable sobre mi madre. Hay un límite".
Puso un ejemplo: que si su organizador Alberto Gasparri dice una palabra detestable sobre su madre..."Se puede esperar un puñetazo".
Creía que el papa Francisco era una persona capaz de entender lo que es la libertad de expresión. Veo que con sus palabras dichas en Filipinas, no ha entendido nada sobre la libertad de expresión.
Ya he escrito sobre las religiones. En mi 'clamor publicado en este blog, el 12 de enero de 2015 con el título "Dios del Miedo", en un párrafo del mismo decía: "Los fanáticos que han realizado la masacre en la revista Charlie Hebdo, no deben de saber lo que es la risa y creo que es porque no saben, no entienden que el ser humano quiere y desea reír, incluso de su propia sombra y hacer arte con un lápiz y una hoja de papel, arrancando una sonrisa o una carcajada".
Quiero decir que incluso los ateos, también tienen derecho a reír, como todo el mundo. No debemos dejar que nos metan miedo por hacer humor, sea el que sea, y nos coarten nuestra libertad de reír o no. Pero mezclar hábilmente religión, con hechos deleznables como matar en nombre de Dios, es un gran error.
Jorge Mario Bergoglio, a mi modo de entender, le he visto en esta ocasión muy cerca del ojo por ojo.
Creo que no se puede negar la libertad de expresión, es innegociable. Otra cosa muy distinta es asesinar; si se mezclan, al final se produce un efecto no deseado. Más guerras y más medidas prohibiendo.
Soy partidario de la innegable libertad de expresión.
Querido amigo, la historia de la religión que representa ahora el señor este argentino, es una historia de represión y mordazas, Me han indignado sus palabras, pero no me han sorprendido. Ellos, todos los clérigos del mundo, piensan que hay que castigar a los que no creen sus patochadas, y mucho menos ironizar sobre ellas. Así que debe sentirse muy cerca de los islamistas, prque al fin y al cabo, la iglesia que él representa se pasó siete siglos asesinando infieles, herejes y brujas.... se debe sentir identificado con la idea de castigar con la muerte las irreverencias... Abrazo enorme
ResponderBorrarGracias Luisa por tu comentario que puntualiza perfectamente lo que he querido decir.
ResponderBorrarGracias.
Abrazo grande
Totalmente de acuerdo contigo Javier. Añado una reflexión más: a los no creyentes, a los ateos, como yo, y al ateísmo en general, no se nos satiriza nunca, y eso es porque es muy difícil o casi imposible. De cualquier forma, si alguien consiguiera burlarse del ateísmo, jamás reaccionaríamos de forma violenta. ¿Por qué será? La ausencia de creencias te hace mejor persona, más tranquilo, menos fanático. Incluso si dicen palabras malsonantes sobre mi madre nunca reaccionaría de forma violenta, porque son solo palabras. Enhorabuena por tu blog.
ResponderBorrarMuchas gracias Gonzalo, me has entendido perfectamente lo que he escrito. Gracias.
ResponderBorrarMe alegra que te haya gustado. Hace tiempo llevo escribiendo sobre las religiones, y por eso me incomoda sus soberbias, aunque evidentemente conozco a bastantes personas que son, como a mi me gusta decir, buena gente.
Saludos
Hola, Javier
ResponderBorrarFelicito a Gonzalo por su objetividad; es, precisamente, algo que estudio desde hace dos años; !qué difícil !. Desde el momento en que alguien nos enfada es que nos está dominando. Tu comentario es para flipar, Gonzalo.
Conclusión del entramado actual: la historia sigue narrando que el mundo está dominado por el ansia de poder y tener. La libertad de expresión ilimitada tiene sus consecuencias. Que no se nos olvide.
Tienes toda la razón, amigo Luis. El poder y la soberbia juntas hacen todo el mal camino, también en las religiones, además.
ResponderBorrarUn abrazo
Estoy contigo amigo Javier, la libertad de expresión es innegociable. Estoy en contra de las palabras pronunciadas por el Papa sobre los límites que habría de tener la libertad de expresión en temas religiosos.
ResponderBorrarEl mundo musulmán no entiende de libertades, están a años luz del mundo occidental, es evidente que no quieren ser como nosotros. ¿ A caso desconocerán que existe la risa?, ¿ Así como el arte en el humor?, ¿ cómo se puede llegar a matar por escribir y dibujar viñetas aunque sea de tu religión? . Sigo sin entender esas mentes calenturientas y fanáticas. ¡¡ Viven en otro mundo distinto al mío!!.
Como digo, ante todo apoyo la libertad de expresión y desde luego si no sabes encajar una ironía con arte, mal vas por la vida. Existe mucha soberbia y demasiado fanatismo, amigo Vicente
ResponderBorrarUn abrazo