Familias

Existe esta palabra que me encanta. Si, me gusta mucho. Cuando estudiábamos en los años mozos las clases de familias o géneros que se clasificaban según una nomenclatura del mundo biológico y natural, me gustaba muchísimo saber que se podían catalogar las cosas que veía y tocaba en géneros y sobre todo en familias.

Así aprendí que una cucurbitácea era en realidad un melón o una calabaza  -que siempre me traía malos recuerdos en algunas asignaturas que no me gustaban- , o que un pino era de la familia de las abietáceas. También me fui enterando que el perro que me ladraba cuando me veía era un mamífero de la familia de los cánidos. Que el gato que me miraba fijamente como sorprendido y distante a la vez, en realidad era otro mamífero pero de la familia de los félidos.

Sobre todo lo que me encantaba y me alegraba de verdad era que había muchas familias y no sólo la mía, que aunque también pertenecía a los mamíferos, podíamos comunicarnos. A medida que fui creciendo y por lo tanto dándome cuenta que la vida era mucho más grande de lo que yo creía, recuerdo que quedé muy sorprendido cuando me enteré que había una cosa muy rara que se denominaba 'familia monoparental'. De esto hace ya muchos años. Pensé que se refería al mono que sólo era padre. Ingenuidad que siempre me ha hecho gracia, aunque no estaba muy descaminado en 'mi' concepto.

Pero lo que más me gustaba era mi familia. No entiendo porqué oigo a gente decir que no aguanta a su familia. ¿No será que no se aguantan ellos mismos?

Lo más beneficioso en esta vida para mi, es tener la familia y una 'añadida' que por cierto me sienta estupendamente porque cuando algo falla, siempre está la añadida que te arropa y te comprende y te hace ver las cosas de otra manera, para seguir apreciando tu familia.

Me quedo con las dos 'familias'.