Viviendas

Es incomprensible, que estemos hablando de un país España, en que su parlamento no haya aprobado una ley que de soluciones justas a los desahucios. Y lo digo porque  aunque a mi personalmente no me gustan las estadísticas, en este caso parece ser cierto lo que indican las publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), unos datos que  me parecen espeluznantes. No sólo ya tenemos una tasa de desempleo cercana al 27% sino que  según el INE -los datos que realiza cada 10 años del Censo de Vivienda- , arroja una cifra al uno de noviembre de 2011, la astronómica cifra de 25,2 millones de viviendas, de las cuales están ocupadas el 14,6 % son secundarias y el 13,7% están vacías, o lo que es lo mismo que decir que hay 3,44 millones de casas vacías.

Hemos acudido a la salvación de los bancos con ingentes cantidades de dinero y ahora no son capaces de tomar las riendas de los desahucios en su justa medida. Los bancos siguen ganando millones pero no pueden acudir al socorro de los desahuciados. Esto es lo que yo llamo ejemplaridad capitalista.

Como consecuencia del drama social que suponen los desahucios, más de 500 juristas han firmado la Declaración del mundo jurídico ante la realidad de los desahucios. En el manifiesto demandan un cambio de la legislación hipotecaria y apoyan la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), que presentó la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y que fue respaldada por casi un millón y medio de firmas. 

En esta declaración hacen hincapié en "el aumento de los desahucios, que constituye uno de los aspectos más dramáticos de la realidad social". Recuerdan también que ya ha habido más de 400.000 ejecuciones hipotecarias desde que comenzó la crisis en España y no olvidemos que en muchos casos se agrava esta cuestión pues encima a parte de la pérdida del hogar,  también se añade la pérdida de empleo, por lo que esto produce una manifestación  rápida de la indignidad de la persona y de sus derechos constitucionales.

Está visto que el gobierno no gobierna, pues no escucha o se hace el sordo que es peor. ¿Esto es gobernar? Esto es una vergüenza, eso es lo que es.