Clamores

jueves, 27 de noviembre de 2014

La soltura

Estamos acostumbrados a que los que vemos, oímos diariamente en los plasmas y radios que a veces ponemos en marcha, cada vez que sale un político, diga lo que diga, declame lo que quiera, la realidad es que suelen tener mucha soltura.

Esa facilidad que tienen muchos de ellos, es verdaderamente encomiable para decir sin sonrojarse todas las cosas que le vengan en gana y quedarnos con ganas de saber de verdad lo que han dicho.

He pensado muchas veces que no es que tengan soltura en sus discursos y actuaciones, es que lo que creo que sí tienen es mucha cara dura, pero mucha.

Tengo esa sensación que se me antoja un poco de tomadura de pelo, así en general, y me infunde en mi ser, no ya un cabreo patológico, sino algo que se ha convertido en una mochila pesada que se nos planta nada más tener derecho al voto.

La soltura, así demostrada por estos individuos se va transformando poco a poco con lentitud que exaspera como cuando estamos en una cola en alguna institución para solicitar, por ejemplo un certificado de que somos buenas personas. Al final cuando conseguimos ese papelito de marras, nos damos cuenta de que esa soltura se ha convertido en una tortura diaria cada vez que escuchamos o vemos como nos toman el pelo que algunos ya no tenemos, pero nos lo toman.

Sepamos llevarnos bien con lo que nos ha tocado vivir, pero ya no quiero ver más esa soltura, pues esa soltura se ha transformado en amargura y eso ya no es la soltura.

5 comentarios:

  1. Querido amigo, no es soltura, es desvergüenza, caradura, tienen la habilidad de los trileros, de los piratas que el cine nos pintaba buenos y si se estudia la historia en realidad eran unos cafres crueles...como estos políticos que con tanta soltura nos roban a manos llenas. Un abrazo enorme

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  2. Efectivamente, son cara duras, es lo mínimo, al mismo tiempo unos sinvergüenzas.
    Un abrazo

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  3. Soltura de charlatán de feria.
    Un fuerte abrazo, Javier.

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  4. Claro, amigo Javier, no hacen otra cosa que mirar por donde nos fastidiarán. Algún día no muy lejano, espero que estas cosas se vayan poniendo en el sitio.
    Mientras hayan débiles, otros se aprovecharán y se harán fuentes, en otras palabras: la incapacidad de unos es la fortaleza de otros. ¡¡Por eso no tenemos más remedio que, luchar siempre contra esta mala gente.
    Un abrazo

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